Autor: Jenny Torres
Apasionada por la reinterpretación de la relación entre la historia y la contemporaneidad.
NOMBRE OBRA: Catedral de Sal
ARQUITECTOS: Mineros - Roswell Garavito Pearl
FOTOGRAFÍA: Jenny Torres
UBICACIÓN: Zipaquirá, Bogotá - Colombia
AÑO: 1930
M2: 8.000 m2 aproximadamente
A lo largo de la historia humana se han desarrollado innumerables cantidades de edificaciones religiosas en el mundo; como templos, iglesias, basílicas y catedrales. Y si bien en Colombia contamos con alrededor de 11.000 edificios de este tipo, ninguno se asemeja al que visitaremos hoy.
La Catedral de sal, es un lugar particular, el cual le da la bienvenida a más de 10 millones de turistas de todas las edades y nacionalidades al año; se encuentra localizado en el centro del país, más exactamente en el municipio de Zipaquirá a 50 km del norte de Bogotá, capital de Colombia.
Siendo una obra arquitectónica impresionante que combina la fé religiosa con la majestuosidad natural de las minas de sal; herencia de antiguos pasillos que hoy se encuentran fuera de funcionamiento; dónde cámaras y altares, han sido tallados directamente en las paredes por manos expertas.
Este artículo pretende en primera instancia hacer un recorrido descriptivo - espacial explorando su particularidad de zonas, por otro lado, descubrir su relevancia turística y el valor arquitectónico de un sitio monumental ubicado 180 metros bajo tierra.
La explotación de sal en el país es tan antigua como la civilización Muisca, sin embargo la historia del templo inicia en 1801 cuando era apenas una excavación llamada “rute”. Posteriormente, los mineros religiosos por tradición, hicieron levantar una capilla en honor a la Virgen del Rosario de Guasa; tres años de labores cristalizaron en 1954 la primera Catedral de sal.
Si bien esta primera infraestructura contaba con apenas 400 metros de profundidad aproximadamente, a través del tiempo presentó riesgos de inestabilidad estructural debido a la continua explotación de sal en cámaras contiguas, es por ello que se le realizó una intervención momentánea para garantizar que se pudiera acceder a ella por muchos años más. A raíz de este llamado de atención se desarrolla un concurso para diseñar la nueva Catedral de Sal; en donde participaron 83 firmas de arquitectos y fue el arquitecto Roswell Garavito el ganador, dando por terminada la obra en 1991.
En esta nueva locación el arquitecto quiso conservar características como la austeridad de la imagen del edificio socavado, la penumbra para apoyar el carácter de solemnidad inherente a la catedral y la reiteración en la conformación espacial de la planta basilical.
Aqui inicia el camino de sal
Comenzamos el recorrido desde el exterior, en donde el tratamiento de superficies que se realiza es sobrio, queriendo poner en valor la exuberante vegetación existente de la montaña y el paisaje de la ciudad circundante.
Por otro lado el acceso a la mina está determinado por medio de una rampa, este espacio previo es la anticipación de la oscuridad que te acompañará durante todo el recorrido. Entre transiciones de espacios abierto - cerrado que contrastan por el tratamiento de penumbra - claridad, se convierte así bien en un proceso de preparación para la aceptación de la oscuridad.
Como primer acercamiento que demuestra los túneles originarios, encontramos una estructura metálica desarrollada con cárcamos de madera que en contacto con la humedad de la sal, llenan los poros de ésta, creando un muro de contención natural al momento de su solidificación.
Continuamos el descenso a la catedral acompañados de la religiosidad de los mineros, con una representación simbólica de etapas importantes de la vida de Jesús, desde su nacimiento hasta su crucifixión y resurrección; brindando así una experiencia espiritual a los visitantes a través de doce estaciones de un víacrucis; y una experiencia sensorial en la cual la limpieza de los espacios labrados y los cambios en el manejo de la luz por medio del color crean una atmósfera única mostrando la naturaleza de la superficie salina como textura del espacio.
Estas estaciones se asoman hacia las cámaras laterales formando balcones desde donde podemos observar los socavones que los mineros crearon; cada una de las naves tiene 10 metros de ancho, una altura máxima de 16 metros y una profundidad que varía entre 100 y 120 metros. El pasillo principal que conecta las cámaras ubicadas a cada lado del mismo, alterna cambios de dirección con espacios abiertos - cerrados, que invitan a ser recorridos y descubiertos por cada usuario.
La ausencia del color en el espacio circundante resalta el juego de luces que fue pensado y es diferente para cada estación, teniendo en común la tarea de resaltar entre la penumbra la textura única de los espacios labrados como cruces, textos, paredes, cubierta, escaleras y piso; podemos apreciar de esta forma cambios de textura, entre la circulación del pasillo y las estaciones otorgando una experiencia sensorial y magnificando la obra de arte realizada.
Tras terminar el recorrido del viacrucis, observamos el domo o la cúpula, un espacio redondo que simboliza los cielos para los cristianos e inmediatamente después se encuentra el balcón del coro, desde donde inicia oficialmente la Catedral de Sal. Es a partir de aquí que se puede percibir más fácilmente el cambio de escala entre los túneles de acceso y la magnificencia del espacio principal. Este espacio redondo nos abre la visual a la nave principal, al ser un balcón para el mismo, cuenta con escalones y la acústica pertinente para apreciar las voces en las misas que se hacen en este particular lugar.
Al salir del balcón del coro, seguimos descendiendo aún más en el recorrido, es el nártex con sus formas orgánicas que antecede a la catedral el que nos recibe en esta ocasión, este se divide en tres de manera simbólica para dar paso a las tres naves de la catedral, la principal y las dos laterales; los mineros querían dar la sensación de que los santos bajan de su pedestal y recuperan la naturaleza humana al ser parte de la asamblea, es por ello que son escasas las figuras que encontramos en el interior de la catedral, en el nartex observamos en lo alto de la roca un ángel, que custodia y guía a los visitantes.
Finalmente nos encontramos a 180 metros de la superficie, son casi 60 pisos los que hemos descendido para llegar a la nave central de la Catedral de sal de Zipaquirá. Este gran espacio combina la devoción religiosa, la historia y la creatividad humana en un entorno único y asombroso, en él podemos encontrar tres naves.
En la nave central está el altar mayor, en el ubicada al fondo la cruz de 16 metros de alto tallada en piedra que parece que flotara, el comulgatorio que separa el santuario de la asamblea y en dirección contraria al altar “La Creación del Hombre”, una obra tallada en mármol en homenaje a la pintura de Miguel Ángel en la capilla sixtina; en una de las naves laterales la pila bautismal con una pared de sal como telón de fondo, y en la otra nave lateral un altar menor; todas se comunican por medio de pasajes como grietas en medio de la roca salina, dichas grietas se pueden lograr gracias a cuatro inmensas columnas cilíndricas que para el arquitecto simbolizan cuatro evangelistas.
La catedral cuenta al final del recorrido con una zona mucho más comercial, este programa se desarrolla de igual forma en medio de socavones de la antigua mina, en esta zona podemos encontrar un salon de eventos, baterías sanitarias, una exposición con piezas traídas de egipto, restaurantes y locales comerciales en los que puedes adquirir souvenirs hechos en sal y diferentes objetos en relación a la minería y en uno de los socavones mencionados un espejo de agua salada que te volará la mente y jugará con tu percepción.
Ahora bien, llegados a este punto otra gran pregunta salta a la vista
¿Es una catedral?
Como mencioné líneas más arriba, la Catedral surge de una tradición minera no tanto como elemento arquitectónico, por lo tanto cabe reflexionar ¿Porque se denomina “catedral”? ¿Existen similitudes con las catedrales de la superficie?
En primera instancia una catedral se define como: “el templo en donde se asienta el obispo o mayor representante de la Iglesia católica de la diócesis.” En esta ocasión el título de catedral le fue otorgado a la primera edificación que existió, ya que cumplía con esta descripción y se conservó para la actual al momento del concurso y posterior construcción.
Sin embargo arquitectónicamente una catedral posee cualidades que la diferencian de otro tipo de construcciones religiosas.
En términos de espacio, las catedrales suelen ser siempre edificios que cuentan con impresionantes obras de arte, con un diseño único arquitectónicamente pues esta magnificencia está directamente relacionada con la idea de que para albergar a la máxima autoridad de la diócesis, la catedral debe diferenciarse del resto de los templos y representar así la grandeza de quien ocupe ese cargo; por ello las catedrales cuentan con torres y agujas que se elevan por muchos metros sobre el nivel del piso, estableciendo así elementos sobresalientes sobre el resto de las construcciones.
Entre otras partes importantes de estas edificaciones encontramos: el nartex, el altar, las naves laterales que son dos una a cada lado de la nave central, el deambulatorio… Ahora bien, la Catedral de Sal cuenta con algunas de estas partes.
Es un patrimonio cultural de Colombia, un símbolo de identidad cultural y un atractivo turístico importante para el país, reconocida internacionalmente por su singularidad y belleza, atrayendo a viajeros de todas partes del mundo y contribuyendo significativamente al turismo en la región. Sin duda es también una muestra de cómo la fé y la imaginación pueden dar vida a una obra de arte, en donde además de ser un lugar de culto con un valor religioso importante, la Catedral de Sal es un testimonio del ingenio humano y la creatividad arquitectónica.
Los juegos de luces y sombras, los detalles tallados en la sal y la imponente estructura abovedada crean un ambiente impresionante que deja una huella perdurable en la mente de quienes la visitan; por tal motivo se constituyó como un hito del panorama de la arquitectura nacional en donde se busca dar importancia al lugar; es por ello que se exhibe el material pertinente a la explotación de las minas, al ubicarlo bajo tierra y relacionado con una de las rampas en penumbra de acceso a la superficie logra dar una percepción y dimensión diferente del mundo.