AUTOR: Jenny Torres
Apasionada por la reinterpretación de la relación entre la historia y la contemporaneidad.
NOMBRE OBRA: Edifício Joelma - Praça da Bandeira
ARQUITECTOS: Salvador Candia
UBICACIÓN: Sao Paulo, Brasil
AÑO: 1969
M2: 19.280 m²
El Edificio Joelma ubicado en el 225 de la Av. 9 de Julio fue construido en 1971, albergando actividades financieras, oficinas y espacios comerciales del banco Crefisul al interior de sus veinticinco pisos que, en aquel entonces, eran un símbolo de la rápida urbanización y modernización de São Paulo, Brasil.
Sin embargo, hoy en día tras cincuenta años de su construcción es relevante en la historia de la arquitectura brasileña, no tanto por su diseño arquitectónico, sino bien por el impacto que la tragedia sufrida tuvo en las regulaciones y seguridad en la construcción de edificios desde esa época en Brasil.
Te estarás preguntando:
¿Qué tragedia tendría tal impacto de cambio?
El evento al que me refiero es el incendio ocurrido el 1 de febrero de 1974, una de las peores de la historia de la ciudad; este suceso dejó una profunda marca en la arquitectura, la seguridad de los edificios y la memoria colectiva de los brasileños.
Aunque el diseño modernista del Joelma era innovador y eficiente en términos de uso del espacio y recursos para la época, la tragedia del incendio destacó rápidamente las limitaciones de este enfoque cuando no se consideran adecuadamente los aspectos de seguridad. Los interiores contaban con acabados de madera, alfombras y paneles que, aunque estéticamente agradables, resultaron ser altamente inflamables, contribuyendo a la rapidez con la que el fuego se propagó; en conjunto con la falta de sistemas de seguridad contra incendios, son recordatorios de que la funcionalidad arquitectónica también debe incluir consideraciones de seguridad y durabilidad.
Las normas existen por…
El incendio inició el 1 de Febrero de 1974 en el piso 12 debido a un cortocircuito en un aire acondicionado, esta unidad requería un interruptor especial que no se encontraba disponible en el momento que se instaló; el fuego se propagó rápidamente por el edificio debido a los materiales inflamables usados en la construcción como placas de fibra para techo, alfombras, cortinas, paneles y mobiliario de madera; además, el Joelma carecía de sistemas de rociadores automáticos, extintores en cantidad suficiente y salidas de emergencia adecuadas. Lamentablemente la tragedia cobró la vida de 187 personas y dejó más de 300 heridos, cuando el fuego se propagó hasta el piso 15 a través de las únicas escaleras que recorrían todo el edificio convirtiéndolas en un pozo de humo y calor volviéndose intransitables.
Los cuerpos de bomberos que acudieron a la emergencia intentaron ingresar al edificio usando esta escalera sin embargo no lograron subir más allá del piso 11; algunas personas lograron ser evacuadas por medio de los cuatro ascensores aunque solo fueron capaces de hacer algunos viajes y es una práctica no recomendada, otras tantas se dirigieron a la azotea aguardando a ser rescatados por un helicóptero a pesar de que el lugar no era lo suficientemente grande para que aterrizaran y muchos de los fallecidos intentaron escapar por los ascensores o saltaron desde las ventanas, lo que aumentó el número de víctimas.
Es por ello que tras el incidente, se generó una mayor conciencia pública y profesional sobre la necesidad de integrar prácticas de seguridad desde la fase de diseño, un aspecto que hoy en día es fundamental en la arquitectura contemporánea, para ello se establecieron en Brasil, especialmente en São Paulo nuevas normativas que exigían la instalación de sistemas de rociadores automáticos, mejoras en las salidas de emergencia, uso de materiales más resistentes al fuego, señalización adecuada y procedimientos de evacuación más estrictos.
El edificio permaneció cerrado durante varios años, fue renovado y reabierto en 1979 bajo el nombre de "Edificio Praça da Bandeira". Tras una inspección realizada al Joelma renovado se encontró que fue uno de los primeros en incorporar de manera estricta las nuevas normativas de seguridad que surgieron como respuesta a su trágico pasado al punto que excedía las regulaciones actuales de seguridad, teniendo incluso pisos táctiles para ciegos en las rutas de escape - esto no es obligatorio -.
El impacto que tuvo fue…
A nivel arquitectónico, el edificio forma parte de un rápido crecimiento urbano y económico durante las décadas de 1960 y 1970, el auge de la construcción vertical en una ciudad que experimentaba con un diseño funcionalista.
con los primeros 10 niveles de estacionamientos y los restantes 15 de oficinas donde la estructura y materiales modernistas, sin demasiados adornos, con énfasis en la eficiencia espacial para albergar oficinas y empresas destacan, el edificio no se destacó por innovaciones, sino porque se hizo evidente las deficiencias en la planificación previa, por ello después de lo ocurrido nacieron muchas normativas no solo en Brasil sino en otras partes del mundo también.
Por ejemplo, en Los Ángeles se promulgó la Regulación 10, en la que pone que edificios con una altura mayor a los 23m o 75ft debe tener un helipuerto en el techo en caso de evacuación; esta normativa fue renovada en 2014 tras una petición por parte de los constructores del Wilshire Grand Center quienes integraron en el diseño un núcleo central de concreto reforzado en el edificio que cuenta con 73 pisos.
Como el cambio más significativo se dio en la normativa de seguridad para edificaciones de altura y en la forma que tanto el público como los profesionales perciben la seguridad de los edificios; aquí te traigo algunas que antes del incidente del Joelma no eran comunes en Brasil.
Rociadores automáticos y extintores en cada piso, de fácil accesibilidad a los equipos.
Salidas de emergencia y escaleras, estableciendo estándares de diseño y cantidad, puertas cortafuegos bien señalizadas y accesible desde cada piso.
Uso de materiales ignífugos: mayor regulación sobre tipos de materiales permitidos al interior de las edificaciones.
Sistema de alarma y evacuación: sistemas más efectivos, planes de evacuación diseñados y practicados.
Educación y capacitación: aumento de formación de profesionales relacionados a la construcción en cuanto a medidas de seguridad contra incendios.
Conciencia ciudadana: al volverse más consciente de los riesgos asociados a las edificaciones de altura la población demanda estándares más altos en las nuevas construcciones.
Diseño consciente: integrar la seguridad en todas las fases del diseño, desde la planificación hasta la construcción, logrando equipos interdisciplinarios entre arquitectos, ingenieros y expertos en incendios.
Revisiones y renovaciones: las edificaciones anteriores al Joelma fueron sometidas a revisión para cumplir con la nueva normativa y estándares de retrofitting.
Un aspecto que nunca se contempló
Sin duda alguna el aspecto más peculiar tras el incendio fue la cantidad de mitos y leyendas urbanas que han surgido, otorgándole un aura de misterio y fascinación al edificio, influyendo la cultural popular al punto de ser objeto de películas, documentales y programas que exploran tanto la tragedia como las historias paranormales asociadas al mismo, el caso de las “13 almas” el más famoso.
Durante el incendio, trece personas quedaron atrapadas en uno de los ascensores donde lamentablemente murieron carbonizadas; tras la tragedia, los cuerpos no pudieron ser identificados, por lo cual fueron enterrados juntos en un cementerio en São Paulo. Se dice que las "13 Almas" no encontraron paz después de su muerte y que sus espíritus rondan tanto el edificio como el lugar donde fueron enterrados.
Numerosas personas entre trabajadores y visitantes han reportado ver figuras espectrales especialmente en los últimos niveles, escuchar gritos cerca de las escaleras o ascensores, sentir una presencia inquietante, un malestar, frío repentino o presión en el pecho mientras están en los mencionados lugares; se ha vuelto tan popular que es un tema recurrente en la cultura popular brasileña, inspirado libros, películas, documentales y programas de televisión que han logrado fascinar desde la ciudadanía hasta investigadores paranormales como a aficionados a las leyendas urbanas.
Sumado al accidente, otra fuente de misterio alrededor del edificio es el pasado del terreno donde fue construido; se dice que antes de la construcción ocurrió un crimen macabro en la década de 1940 conocido como el "Crimen del Pozo"; la historia versa que un profesor de química llamado Paulo Ferreira de Camargo asesinó a su madre y a sus dos hermanas, escondió sus cuerpos en un pozo en la propiedad y tras ser descubierto por la policía cometió suicidio. Este oscuro episodio ha alimentado más aún si es posible las creencias de que el terreno estaba maldito y que los espíritus de las víctimas del crimen también pueden estar involucrados en las manifestaciones paranormales reportadas después del incendio.
Si bien estas historias reflejan el profundo impacto emocional y cultural que tuvo el incendio en la sociedad, la arquitectura contribuye de alguna forma en que perduren con los largos pasillos donde parecen moverse las sombras y luces que parpadean sin razón aparente, la arquitectura puede ofrecer rincones oscuros y áreas poco iluminadas que crean un papel importante en la generación de atmósferas misteriosas. Con todas sus plantas iguales podrías llegar a perderte fácilmente y obtener una sensación de desasosiego que asociado a los eventos alimentan la imaginación de los usuarios.
Con el fin de renovar su imagen el Joelma fue intervenido, renovado y reabierto en 1979 como el "Edificio Praça da Bandeira" manteniendo su uso original, sin embargo, en la memoria el incendio y las historias paranormales continúan siendo parte integral de su identidad, siendo un ejemplo de cómo las tragedias pueden llevar a cambios significativos en las políticas y conciencia pública, aunque a un costo humano muy alto.
Es por ello que finalizamos con un recordatorio permanente de la necesidad de equilibrar la forma y la función con la seguridad en el diseño arquitectónico; la importancia de la planificación, construcción y mantenimiento adecuado de los edificios, especialmente en zonas urbanas densamente pobladas pues la negligencia en medidas de seguridad básicas puede resultar en desastres de gran magnitud.
Afortunadamente las lecciones aprendidas de esta tragedia han sido aplicadas en nuevas construcciones, y las normativas desarrolladas a partir de ella siguen evolucionando para abordar los desafíos contemporáneos en la seguridad y la sostenibilidad.