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¿Qué Estamos Produciendo los Latinos? Expresiones Latinas en la Arquitectura

Actualizado: 5 oct 2023

Arquitecta que estudia filosofía, música y las profundidades del mar | Co-fundadora de RED Arquitectos

Columna de la arquitecta Susana Lopez Gonzalez de RED Arquitectos

Echando un vistazo a las oficinas latinas de Arquitectura, encontramos desde despachos con una figura individual representativa, colectivos, arquitectura con materiales vernáculos, edificios de altos de alto nivel adquisitivo, residencias de extensiones magnas, regreso a los saber ancestrales, importación de tecnologías de vanguardia, prototipos de diseño que pueden estar en cualquier parte de la región y el mundo y espacios para el colectivo en medios rurales y urbanos.


¿Esto es Latino América?


La respuesta es sí, y esta respuesta es sin duda una confirmación a lo que se produce en la región. Las preguntas derivan entonces a ¿Esto es lo que se debe de producir en Latino América? ¿Qué es la Arquitectura Latino Americana? ¿Hacia dónde debe apuntar la Arquitectura Latina? ¿Qué estamos produciendo los latinos?


América Latina, sigue construyendo no su identidad (concepto metafísico) sino más bien construyendo a diario su identificación, desde hace siglos. Y si hablamos que en un país como los nuestros, es difícil acotar una identidad a nivel región resulta pues imposible hacer una identidad latina. ¿Deberíamos de tener una identidad inmutable? La respuesta es no, ya que ningún ser humano tiene una identidad inmutable, todos somos múltiples “identificaciones” que mutan todo el tiempo.

La comuna del despacho Natura Futura en Ecuador
La comuna. Natura Futura. Ecuador

¿Pero qué nos identifica como productores de arquitectura Latinoamericana, además de estar localizados en una zona geográfica? si existe tanta diferencia de contexto social, económico, histórico y natural que nos puede entonces unir como latinos productores de Arquitectura?


Para Ricoeur, (Filósofo que habló de identificaciones sobre identidad) lo que nos une es que nunca paramos que construir una identificación, y que es esa construcción, tan mutable tantas veces como realidades existen entre las zonas de este continente y en los productores que habitan esta región.


¿Un extranjero que habita en Latinoamérica, podría producir arquitectura latinoamericana? ¿Un latinoamericano puede producir arquitectura europea, americana, asiática en su país o en otro país? Las dos son comprobables que existen. Para poder construir una “identificación” debemos entender, que esta pertenece más a términos colectivos, que a una “identidad” que se acota en términos de individuo.


El individuo jamás ha sido un individuo como lo queremos percibir tal cual, un “pensador libre” (noción posmoderna deformada). No somos individuos, somos sujetos. El sujeto se constituye a partir de la relación que tiene con los otros, ya que a partir de la mirada de los demás el ser humano se va constituyendo en sujeto y por lo tanto su subjetividad también, la cual va a representar todo el conocimiento que es producido por las experiencias. La subjetividad por lo tanto es la cualidad del ser sujeto(a) y es un proceso dinámico que se está construyendo continuamente, es por ello que nosotros como seres humanos construimos nuestra realidad, nuestra historia, nuestras necesidades. No nacemos Arquitectos, existieron otros que conformaron un cúmulo de saberes para darte a ti un título de Arquitecto. Entonces somos sujetos con múltiples roles con una historia y cultura que nos antecede.


Mientras se hable de la arquitectura como un producto que nace de la mente de un solo individuo (que no es tabula rasa si no que es antecedido por una historia previa y condicionado por contingentes actuales), claro que nos vamos a enfrentar a un problema de ¿qué es arquitectura latinoamericana y qué no es?


Si pensamos la arquitectura (más hacia la noción de sujeto) como producto de un colectivo, de un contexto natural, social y económico y de un entendimiento histórico pudiéramos ya hablar de arquitectura latinoamericana derivada muchas veces de la confusión de pertenecer a un pueblo originario o no, de pertenecer a un país colonizador o no, de utilizar saberes ancestrales porque es políticamente correcto o no, o de que podemos llevar la arquitectura latinoamericana a la vanguardia y estar al “nivel” de cualquier principalmente europeo. Vivimos en una continua dialéctica interna y externa.

Casa en la Duna. Luciano Kruk, Argentina
Casa en la Duna. Luciano Kruk, Argentina

Mientras el sujeto siga pensando que su obra es ajena a toda historia, la arqueología futura de la tradición arquitectónica que configuramos actualmente, será tan confusa como confusos están ahora nuestros discursos en lo que corresponde a lo correcto no, para un arquitecto latino.


La Arquitectura debe de estar menos apuntada no sólo a los problemas de identidad o identificación del sujeto, si no al legado arqueológico-arquitectónico derivada del enriquecimiento que los latinos tenemos por ser pueblos que han recibido dominación de otras culturas y de culturas originarias que resisten su extinción constantemente.


Además del discurso interno multifactorial (ideológico) que puede tener un contexto donde hay que desarrollar un proyecto, también existen discursos de índole de mercado que desgraciadamente ganan muchas veces todas las discusiones.


Si volteamos hacia afuera de la ventana ahora mismo, existe más persistencia de una dialéctica de mercado y menos una dialéctica de la identificación.


¿Cómo generar una “anticonducta” como dice Foucault ante una dialéctica de mercado tan fuerte?, apuntaría a decir, que despegarnos del individuo “tabula rasa” y acercarnos más a reconocernos como sujetos con una historia que nos antecede, con un contexto natural definido, con una identificación en constante mutación, podremos generar Arquitectura que muestre y sea testigo más de una identificación honesta como decía Nietzsche.


Nosotros podemos elegir con que nos identificamos y con qué podemos y queremos identificar nuestra producción arquitectónica. Y es esta pregunta muy potente “la pregunta” antes de poner una raya en el papel. ¿Con qué me quiero identificar? ¿Con que quiero identificar mi arquitectura? Estas preguntas conllevan un diálogo y no un monólogo.


En lugar de sujetarnos no solo a los dichos ajenos y propios que se encuentran anidados en primer orden en nuestra cabeza, integremos muchos otros que existen y que se encuentran olvidados y no entendidos.


Lo que nos destacaría como productores es identificar los discursos que dignifican la identificación de un espacio y por tanto entender que ese espacio participa no solo en mi currículum, sino también forma parte de la identificación de un lugar y por ende de una región.

Rutgers Business School, Estado Unidos, Enrique Norten
Rutgers Business School, Estado Unidos, Enrique Norten

En lugar de acotar nuestra perspectiva a sólo lo que existe en nuestra cabeza, hagamos de nuestra mente como es nuestra región latina, una abundancia diversificada de magia, de racionalidad, de espíritu, de variedad natural, de etnias, de acercamientos al cosmos, tenemos que tener la capacidad y la obligación (ética de la liberación Dussel) de romper nuestra individualidad (que nos hicieron crear) y provocar identificaciones e incorporaciones que respondan de forma enriquecida y positiva al entorno social histórico, natural.


Nuestro lenguaje nos limita, si aprendemos a “entender” y “hablar” otros lenguajes, y no sólo hablo de aprender otras lenguas o idiomas, debemos de aprender hablar otros lenguajes como el natural, el histórico, el tectónico podremos incorporar tantas realidades que se escapan y que dignifican un lugar.


Hablar un lenguaje no identifica con otro, nos incorpora con otro.


Lo que nos une como productores de arquitectura latinoamericana es nuestra capacidad de incorporación de múltiples identidades.


"¿Por qué hago lo que hago? Hago lo que hago, porque puedo". -Nietzsche

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