Autor: Pablo Vazquez
Amante de descubrir nuevos lugares y adicto al trabajo, en resumen, un arquitecto
¡Hagamos un viaje fascinante al pasado y conozcamos las madres de 3 grandes arquitectos, cuyo apoyo y influencia dejaron una huella indeleble en sus vidas y obras!
#1 Anna Lloyd Jones, madre de Frank Lloyd Wright
La historia de Frank Lloyd Wright se entrelaza con el amor y el apoyo inquebrantable de su madre, Anna Lloyd Jones. Desde temprana edad, Anna percibió la pasión de su hijo por la construcción, y con una visión adelantada, moldeó su entorno para fomentar su creatividad.
Decidió decorar su habitación con imágenes de edificios en lugar de juguetes convencionales, brindándole un espacio donde su imaginación podría florecer. Los bloques tridimensionales Froebel se convirtieron en su lienzo, donde pasaba horas y horas construyendo y experimentando con formas y estructuras. Esta influencia temprana sentó las bases para el enfoque revolucionario de Wright en la arquitectura, redefiniendo el espacio y la relación entre el hombre y su entorno.
#2 Marie Jeanneret-Perret, madre de Le Corbusier
El vínculo entre una madre y su hijo es inquebrantable, y esto se manifiesta de manera sorprendente en la relación entre Marie Jeanneret-Perret y Le Corbusier. Ella no solo fue su madre, sino también su primera clienta.
La confianza en el talento de su hijo lo llevó a diseñar el lugar donde pasaría el resto de sus días, la icónica Villa Le Lac. Este hogar, considerado una obra maestra de Le Corbusier, encapsula la esencia de su enfoque arquitectónico y el profundo amor de una madre que vio en su hijo la promesa de un futuro brillante.
#3 Ruth Rogers, madre de Richard Rogers
La influencia de una madre puede marcar el rumbo de toda una vida. En el caso de Richard Rogers, la pasión artística de su madre, Ruth Rogers, por la cerámica dejó una impronta indeleble en su perspectiva arquitectónica.
Los trabajos artesanales de cerámica que adornaban las paredes de su hogar se convirtieron en una ventana hacia la apreciación de las formas orgánicas y la plasticidad en la arquitectura. Esta influencia se manifiesta en la obra del propio Richard Rogers, cuyo respeto por el trabajo artesanal y su habilidad para dar vida a espacios orgánicos y dinámicos se reflejan en proyectos emblemáticos como la Terminal 4 del aeropuerto Adolfo Suárez en Madrid.
En este día, celebramos a estas grandes mujeres que, a través de su amor, visión y apoyo, contribuyeron al florecimiento de la vocación y el genio de sus hijos arquitectos. Cada uno de estos tres visionarios lleva consigo el legado de sus madres, un legado que ha enriquecido el mundo de la arquitectura y ha dejado una marca indeleble en la historia del arte y el diseño.
¡Feliz día a todas estas madres extraordinarias y a todas las mujeres que siguen inspirando y apoyando las vocaciones creativas en todo el mundo!