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La Ciudad perdida de Santa Marta | Un destino para viajar en el tiempo

Actualizado: 20 jul

Autor: Cristian Galvis

Más que un arquitecto, soy soñador y estratega, por eso los invito a analizar de manera creativa.



NOMBRE OBRA: Ciudad perdida

ARQUITECTOS: Civilización Tayrona

FOTOGRAFÍA: Travel tours ( desconocido)

UBICACIÓN: Santa Marta, Colombia.

AÑO: Hace 700 años.

ÁREA: 13.000 m²


Una hermosa Ciudad Perdida entre la selva está ubicada en la Sierra Nevada de Santa Marta cerca de la  ciudad que lleva su mismo nombre. Fue declarada reserva de la biosfera desde 1979 por la UNESCO, en ella habitan los descendientes de los Tayronas, por quienes es llamada “Teyuna”, así que vamos, te invito a viajar en el tiempo.


Solo imagina poder caminar sobre una ciudad que fue descubierta en 1976 por un grupo de investigadores y arqueólogos. Tiene alrededor de 13 hectáreas de área y recorrerla es posible en treks o caminatas de 4 a 6 días aproximadamente, era habitada por las tribus Tayrona, cuyos descendientes conservan su hábitat como tribus indígenas endémicas como los Kogui, Wiwa, Arhuacos y Kankuanos que actualmente protegen y habitan en gran armonía, además de ser algunos de ellos los guías etno-turisticos que hacen de esta experiencia algo ancestral.



Recorrer la Ciudad Perdida es una aventura inolvidable, construida hacia el año 650 DC, es el principal centro urbano de la antigua civilización Tayrona, está conformada por más de 250 terrazas distribuidas en ocho “barrios” cuyo espacio servía para vivir, trabajar y realizar las ceremonias religiosas.


El urbanismo de la ciudad estaba articulado a través de una red de caminos empedrados y escaleras ubicadas en las laderas que garantizaban el acceso a los campos de cultivos y todo esto a pies descalzos, conectados a la madre tierra. Por lo tanto, cuenta con una energía especial y mística que hace de este destino un lugar magnífico para purificar el alma y recargar energías vitales limpias que nos ayuden a renovar nuestro ser.


El éxito de la arquitectura Tayrona consistió en evitar la erosión causada por las lluvias en las pendientes de las laderas, gracias a una red de distribución de lluvias que permitían un eficaz control de las aguas. Para esto también, los indígenas Tayrona construyeron muros de doce metros de altura que sostenían los múltiples caminos que atravesaban toda la ciudad y ojo, todo esto sin máquinas de excavación o andamiaje.



Forma:  uno de los aspectos que más podría llamar tu atención de la arquitectura tayrona es la representación del desarrollo de patrones constructivos completamente diferentes a la experiencia urbana moderna en donde predomina la línea recta, la subdivisión espacial en cajas y el uso de ángulos rectos; es como si hubieran esculpido una ciudad entera como si fuera una vasija de barro.



Materialidad: los diversos pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta se comunicaban por medio de caminos de piedra. Habitaban bohíos circulares sin ventanas, muros en piedra contenidos por trinches de madera, como adobe y con techos de palma sobre terrazas de piedra, una arquitectura casi rupestre y artesanal.


A veces no cabe en mi mente como pueden existir aun estas culturas escondidas, alejadas de lo que hoy conocemos como civilización,

¿Te atreverías a vivir como tus antepasados?


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