Autor: Pamela Aguirre Catalán
Apasionada por conocer rincones increíbles con diseño en el mundo.
OBRA: El Castillo de San Felipe de Lara
ARQUITECTOS: Españoles
FOTOGRAFÍA:
UBICACIÓN: Izabal, Guatemala
AÑO: Mediados del siglo XVII
M2:
Entre la vegetación de los márgenes del Río Dulce está el Fuerte de San Felipe Lara, construido por los españoles para protegerse de los continuos ataques de los piratas ingleses que acechaban el Caribe. Fue construido a mediados del siglo XVII.
Su aspecto rocoso y fortificado evoca tiempos belicosos de otras épocas en los que las amenazas llegaban por la costa atlántica desde el mar Caribe, remontando el río Dulce.
Este fuerte estratégico sirvió como una combinación de fortaleza militar, prisión y puesto de control aduanero. Su diseño, con gruesos muros de piedra, cañones, torres de vigilancia y un foso, refleja la arquitectura militar de la época. A lo largo de los siglos, el castillo ha sido testigo de múltiples enfrentamientos y ha sufrido varias modificaciones. Hoy en día, es un monumento histórico y turístico, conocido tanto por su valor cultural como por las leyendas y misterios que lo rodean.
Para conocer un poco de la arquitectura del castillo; la fortaleza tiene una forma de estrella, con bastiones en cada esquina que permiten una vista panorámica del entorno. Además, cuenta con cañones antiguos que aún se conservan y pasadizos estrechos que conectan diversas partes del castillo. En su interior, se encuentran celdas que funcionaron como prisión, y un patio central rodeado por las edificaciones principales. La estructura combina elementos defensivos con un estilo sobrio, reflejando la función militar del castillo.
Eran tiempos en los que a orillas del lago Izabal se desplegaba una gran actividad comercial, sobre todo de almacenaje y embarque de mercancías hacia España. Esto atrajo pronto la atención de los piratas que en aquellos tiempos navegaban por las aguas del Caribe, prestos siempre al pillaje.
El castillo es un referente de la historia del oriente de Guatemala de los siglos XVI a XIX. Llegó a contar de forma permanente con 12 soldados y 12 cañones, que después se incrementarían hasta 19; 17 de hierro y 2 de bronce; pero en 1817 este emplazamiento militar sería abandonado.
Hoy es una edificación de gran valor histórico y de un excepcional atractivo turístico en la costa oriental de Guatemala.
La fortaleza se asienta sobre una porción de terreno que se asemeja a un semióvalo. La parte más puntiaguda se adentra en el agua y la más ancha está separada de tierra por un pequeño foso. El entorno natural en el que se encuadra ofrece un aspecto paradisiaco, que hace más interesante aún la visita a este monumento, el cual desde 2002 aspira a ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El castillo fue testigo de innumerables episodios de violencia y tragedia, lo que lo ha convertido en un lugar envuelto en misterio y leyendas. A lo largo de los siglos, este imponente fuerte de piedra ha sido el escenario de diversas historias de terror que han sobrevivido al tiempo, alimentadas por los ecos del pasado y la atmósfera sombría que lo rodea. Conozcamos unas cuantas de estas historias.
La Leyenda de la Dama Blanca
Una de las historias más conocidas y aterradoras relacionadas con el Castillo es la de la Dama Blanca. Se dice que, en las noches más oscuras, especialmente cuando la luna está llena, una figura espectral vestida de blanco aparece caminando por las murallas del castillo. La Dama Blanca es descrita como una mujer hermosa y triste, con un largo vestido blanco que parece flotar sobre el suelo. Los relatos varían sobre su identidad, pero la versión más extendida asegura que se trata del espíritu de una joven mujer que, durante la época colonial, fue cruelmente separada de su marido, un soldado que murió defendiendo el fuerte. Incapaz de soportar la pérdida, la mujer se quitó la vida arrojándose al lago de Izabal. Desde entonces, su espíritu vagaría por el castillo, buscando a su amor perdido, emitiendo lamentos que se confunden con el viento.
El Soldado Sin Cabeza
Otra historia espeluznante que se cuenta en los alrededores del castillo es la del soldado sin cabeza. Según la leyenda, durante un ataque pirata, un valiente soldado español fue decapitado por un enemigo. Sin embargo, su cuerpo, impulsado por la furia y la lealtad, continúo luchando hasta que finalmente cayó. Desde ese día, hay quienes aseguran haber visto la figura de un soldado sin cabeza rondando los pasillos y torres del castillo, con su espada en mano, como si aún estuviera protegiendo la fortaleza de enemigos invisibles. Este espectro, según se dice, aparece principalmente en noches de tormenta, cuando los relámpagos iluminan el cielo y el rugido del viento oculta sus pasos.
Los Gritos en la Noche
Los trabajadores y visitantes del castillo también han reportado escuchar gritos y gemidos que parecen provenir de las entrañas mismas de la fortaleza. Estos sonidos se oyen principalmente en las horas más tardías de la noche, cuando el castillo está envuelto en una oscuridad casi total. Aunque algunos creen que estos ruidos son simplemente el resultado de la madera y las piedras asentándose, otros están convencidos de que se trata de las almas de aquellos que murieron en el castillo, ya sea defendiendo sus muros o sufriendo en las mazamorras. Los más valientes que han explorado el castillo durante la noche aseguran haber sentido una presencia inquietante, como si fueran observados por ojos invisibles, o haber visto sombras que se mueven rápidamente en las esquinas de su visión.
El Castillo y su Aura de Misterio
Más allá de las historias de fantasmas, el Castillo de San Felipe de Lara emana un aura de misterio que es innegable. Su ubicación estratégica, rodeado por el lago de Izabal, y su arquitectura robusta, con altos muros y estrechos pasadizos, contribuyen a la sensación de estar en un lugar donde el tiempo se ha detenido. Durante el día, el castillo ofrece vistas impresionantes del lago y la selva circundante, pero cuando cae la noche, sus sombras se alargan y el ambiente se vuelve pesado, casi opresivo.
Este lugar, que fue una vez símbolo de poder y defensa, se ha convertido en un bastión de leyendas y relatos de terror que atraen tanto a turistas como a investigadores de lo paranormal. Aquellos que se atreven a visitar el castillo durante horas nocturnas hablan de una experiencia inolvidable, donde el silencio se mezcla con el susurro del viento y las historias del pasado cobran vida.
El Castillo de San Felipe de Lara no es solo un monumento histórico; es un portal al pasado donde las leyendas de terror y misterio siguen vigentes. Las historias de la Dama Blanca, el soldado sin cabeza, los gritos en la noche y las mazmorras malditas son solo algunas de las narraciones que se han transmitido de generación en generación, enriqueciendo el folclore local y perpetuando el aura inquietante del lugar. Para quienes buscan una experiencia diferente y estremecedora, visitar el Castillo de San Felipe de Lara en Izabal, especialmente durante Halloween, es una oportunidad única de conectar con el lado más oscuro y enigmático de la historia guatemalteca.