AUTOR: Valentina Martin Millán
Arquitecta graduada de la Universidad Javeriana de Cali, Colombia. Apasionada por la arquitectura, el interiorismo, la ilustración y la naturaleza. Buscando construir un mundo más sensible para todos.
NOMBRE OBRA: CDI Cuna de Campeones
ARQUITECTOS: Espacio Colectivo Arquitectos
FOTOGRAFÍA: Santiago Robayo
UBICACIÓN: Cali - Colombia
AÑO: 2022
M2: 2.800 M2
Dentro de la ciudad de Cali, en uno de los barrios más afectados por la violencia, desigualdad y pobreza, encontramos un pequeño respiro al caos. Un lugar, donde a pesar de que cada día mueren personas, aún existe la esperanza de recuperar la vida y darle un futuro mejor a quienes vienen en camino.
En el barrio Siloé, podemos ver esa esperanza marcada en forma de institución educativa. Sin embargo, aquí no se imparte educación a cualquier persona, sino a los más importantes; que a su vez son los más vulnerables en todo sentido: los niños.
El proyecto fue diseñado por la firma Espacio Colectivo Arquitectos de Cali, Colombia. En un inicio, el proyecto se concibió como un concurso público de la Alcaldía de Cali, en el 2018. Un año más tarde, el proyecto fue construido.
Se conoce como “Cuna de campeones”, haciendo alusión a que Siloé es el único barrio en Colombia que ha ganado 2 medallas olímpicas. Gracias a esto, se decidió que el deporte sería importante en cuanto a su programa pedagógico, siendo el primero en Colombia de su tipo.
“El CDI Cuna de Campeones tiene la oportunidad de mostrar la educación como un acto constructivo. El proyecto debe destacar la dimensión urbana de la educación, el valor colectivo del sistema educativo y la acción educativa como el instrumento más adecuado en la construcción de ciudadanía.” - Memoria oficial del proyecto diseñado por Espacio Colectivo Arquitectos.
Siloé constituye un punto de convergencia entre diferentes culturas y poblaciones de Colombia. En un inicio, fue un barrio originado por los mineros que se asentaron informalmente cuando predominaba el trabajo en las minas de carbón. Años después, múltiples grupos de personas afectadas por la violencia, el desplazamiento forzado y la pobreza, migraron a esta zona en busca de un hogar. Debido a esta informalidad, actualmente, el tejido urbano es irregular, la ocupación habitacional en ladera es alta y de difícil acceso, y la cantidad de zonas verdes públicas es casi nula. En medio de esta realidad, el CDI Cuna de Campeones fue construido.
Esto es un ejemplo de cómo la arquitectura pública, puede convertirse en un instrumento político, dependiendo de los intereses de los dirigentes. En este caso, se pudo evidenciar la posición que tenían en cuanto a la idea de bienestar social, mostrando la educación como un acto constructivo, y a su vez reconstruyendo el sentido de pertenencia en Siloé. El proyecto busca construir ciudadanía y ofrecer apoyo a la comunidad del barrio, brindándoles un espacio público incluyente y ecológico, por medio del diseño de un edificio para niños.
Al ser un proyecto para los niños de la comunidad, se tuvo muy en cuenta la idea de protegerlos, aislandose de la intensidad de su entorno diario. Es por esto, que se decide ubicar las aulas de los niños en altura, aludiendo a un nido de aves. A su vez, al tratarse también de un espacio comunitario que permita la cohesión social de los habitantes, la arquitectura de este edificio tenía que permitir la posibilidad de estos dos escenarios. Gracias a este determinante, se decidió ubicar las aulas en un segundo nivel, para así poder generar una primera planta pública, que activará el potencial urbano del edificio.
La estrategia volumétrica que se desarrolla para este proyecto, consiste en liberar la primera planta y apoyar el volumen de la segunda sobre columnas, creando un umbral que permite este espacio intermedio entre lo público y lo común. Este espacio constituye uno de los planteamientos más importantes para el desarrollo de esta propuesta, al ser un espacio que enfatiza la búsqueda de la hospitalidad. “La construcción de espacios de encuentro de calidad que sean abiertos a la ciudad y que multipliquen el contacto es una estrategia para superar la desconfianza y diluir las diferencias de los ciudadanos” - Tomado de la Memoria del proyecto. Con esto, el proyecto busca darle al barrio la oportunidad de compartir y convivir entre las personas que recogen a sus hijos, rodeados por un espacio tranquilo, con naturaleza y protegidos del sol.
En cuanto a su segundo nivel, conocido como “el nido”, busca ser un espacio pedagógico y recreacional, acercando a los niños al cielo. Este es un espacio que permite tener una vista clara de su entorno, observando las copas de los árboles, los altos de Siloé, y la magnificencia de los farallones. Este es un espacio que se concibe como un lugar dentro de otro, donde se dignifica a la comunidad del sector por medio de la educación.
En cuanto a los elementos arquitectónicos que le dan vida a este espacio, podemos destacar en primera instancia el umbral. Este espacio es el que permite la extensión del patio central, al momento de abrir las rejas. En medio de este espacio podemos ver las columnas alternadas que sostienen el volumen del segundo nivel, generando una sensación de ligereza y movimiento, propia de la arquitectura de la zona. Aquí podemos encontrar una pista de juegos azul, la cual se sirve de la alternancia de las columnas para el entretenimiento de los niños.
Dentro del patio, podemos encontrar un rampa - rodadero, que alude a los caminos orgánicos que se encuentran en el sector. Esta rampa busca dinamizar el patio de juegos y darle vida con su color rojo vibrante.
Y por último, otro de los elementos arquitectónicos que más destaca del proyecto, son los lucernarios de las aulas de los niños. Son independientes y cambiantes, generando diferentes perfiles del volumen, dependiendo de la posición del espectador. Estos se encuentran enchapados con diferentes tonalidades de azul, provocando un efecto de inter-visibilidad entre el barrio y el edificio. Estos lucernarios, a parte de generar una constante entrada de luz natural a las aulas, permite que los niños se puedan acercar al cielo.
Cada elemento que compone el edificio, tiene un propósito. Los colores buscan compensar la dureza de los materiales; La persiana de elementos prefabricados en concreto sirve para proteger del sol y a su vez, para proteger a los niños de las balas perdidas que constantemente hieren a personas del sector, debido a los enfrentamientos de las pandillas; Todos los elementos cumplen un propósito en este edificio.
Para concluir, una persona desarrolla un gran porcentaje de sus capacidades mentales y físicas entre los 0 y 10 años. Es por esto que, en el diseño de un proyecto infantil, pones en juego la siguiente generación de la población del sector. No es un proyecto que se deba tomar con ligereza, al contrario, es donde más creatividad y recursividad se debe de tener, y más aún teniendo en cuenta los recursos del sector.
Es por esto que FOCUS destaca este proyecto como un ejemplo para los futuros diseños de espacios educativos de primera infancia. La recursividad, el ingenio y el desarrollo, convierten a este proyecto en la posibilidad de dar un futuro mejor a quienes vienen en camino, aún si la realidad de su entorno no tiene las mejores condiciones. Este es un proyecto puede promover el cambio.