AUTOR: Cristian Galvis
Más que ser arquitecto, me gusta soñar con lo impensado, por eso los invito a analizar de manera creativa y a conocer un poco de mi visión.
NOMBRE OBRA: 21 Centros de Desarrollo infantil “CDI”
AUTORES: Equipo Mazzanti (Giancarlo Mazzanti).
FOTOGRAFÍA: Alejandro Arango y Alfonso Manjarres, El Equipo Mazzanti.
UBICACIÓN: Atlántico, Colombia.
AÑO: 2016
CLIENTE: Gobernación del Atlántico.
¿Recuerdas cuando llegabas de la escuela, tirabas todos tus juguetes al suelo y te echabas a jugar sin pensar en que tan desordenado se veía o si un juguete quedaba bien al lado del otro?
Recuerdo que solo importaba que historia fantástica iba a imaginar en mi cabeza con todos ellos. Bueno, estudios demuestran que la etapa comprendida entre los cero y los cinco años; para muchos expertos que han realizado investigaciones en varios países del mundo, es considerada como un ciclo fundamental para el desarrollo de los seres humanos. Aquello que se logre durante esta etapa perdurará por siempre. Ahora que ya conté un poco de qué va esto, empezaré a contarte sobre los CDI.
Los CDI son espacios diseñados para la atención integral a la primera infancia, donde niños y niñas de 0 a 5 años reciben educación inicial, alimentación balanceada, salud preventiva, apoyo psicológico y estimulación creativa. La propuesta del CDI Departamento de Atlantico plantea un diseño de 21 Centros de Desarrollo Infantil para el departamento del Atlántico, en diferentes implantaciones urbanas y semiurbanas en 18 diferentes pequeños pueblos localizados en la zona rula del departamento, que se caracterizan por la pobreza y falta de espacios educativos y sobre todo para la primera infancia. Ahora bien, te invito a pensar; si el conocimiento pudiera ir más allá de estar encerrado en 4 paredes...
¿Sería entonces más sencillo explorar el mundo del aprendizaje?
El equipo Mazzanti consigue combinar 2 adjetivos que a mi juicio son fascinantes, adaptativo y asociativo, más que una arquitectura acabada y cerrada plantean el desarrollo de sistemas abiertos; compuestos por módulos y patrones de asociación; capaces de adaptarse a las más diversas situaciones, ya sean topográficas, urbanas o programáticas. Generando edificios dispuestos a crecer y cambiar según circunstancias particulares..
La respuesta ante el contexto:
Para enfrentar las condiciones del clima y la topografía del atlántico el proyecto se eleva a una altura que varía entre 75 cm o más dependiendo del terreno. Esto garantiza que en áreas inundables el edificio se proteja contra posibles desastres y también ayuda a reducir el área de contacto de los módulos con el suelo lo que produce un menor intercambio de calor, adicionalmente esto favorece a que el edificio tenga un aislamiento prudente de la calle garantizando el cuidado de los niños.
De un propósito de cambiar el mundo:
Este proyecto de aulas múltiples, huertas, ludotecas y esparcimiento infantil, busca darle solución a una problemática y es más un prototipo de impacto social que un edificio. Cubriendo las necesidades educativas, es un potencializador de cambio social y regeneración urbana que pretende fomentar condiciones que mejoren la calidad de vida no sólo de la primera infancia sino de un gran número de vecinos, proponiendo espacios de uso colectivo que pretenden convertirse en hitos para la comunidad.
Al ser este un proyecto diseñado con un sistema modular, los espacios cerrados se presentan como módulos independientes y autosuficientes, articulados por cintas de circulación y grandes vacíos de juego y transitar, adecuando su forma y teniendo así un rápido y sencillo proceso de construcción.
El espacio escolar como mecanismo de aprendizaje:
Los niños son el principal usuario, por eso esta solución arquitectónica se basó en las condiciones técnicas, funcionales y formales de los edificios educativos. El valor de la arquitectura escolar debe ser capaz de propiciar desarrollo en términos de comportamiento y relaciones para los niños. Espacios que permitan la diversidad y la multiplicidad de experiencias para el aprendizaje e intercambio para cada uno de los integrantes de la comunidad escolar. A un niño no le interesa habitar o llegar rápido por un corredor de un aula a otra y ser más eficiente, es más fuerte la noción de experiencia y vivencia.
Un corredor sinuoso y lleno de experiencias se convierte en un instrumento educativo más importante. Esta propuesta presenta una deconstrucción del espacio escolar convencional, el cual se ha basado en la eficacia y la utilidad bajo fundamentos de vigilancia y control. Ahora pienso que, para el aprendizaje, se afianza la premisa de que la imaginación y la libertad son las herramientas más poderosas.
La diagramación como eje estructurante:
Ya acéptalo, es como si hubieras tirado tus lego ́s al piso y de ahí se hubiera formado esta grandiosa y particular idea, el sistema de preescolares busca reflexionar y se pregunta sobre una arquitectura abierta, inacabada y pluri-vocacional; que permita adaptarse a cambios espaciales y sociales. La base de un diagrama son las dinámicas de adaptación ya sean topográficas, urbanas, de comportamiento social o programático. El diagrama es el proyecto, el proceso es el proyecto; con esta afirmación pretendo darle conclusión a este texto y explicar como una propuesta dio una respuesta creativa a las diversas de maneras naturales de poder organizar cada uno de los 21 preescolares, como si de un juego se tratara.
¨El espacio del niño está hecho de fluidos, ondas, migraciones, vibraciones, gradientes, umbrales, conexiones, distribuciones, pasos, intensidades, conjugaciones. El espacio infantil funciona como una fabulosa máquina de desestabilización y proviene de un espacio unitario y organizado. Los lugares de los niños pasan a servir para significar otras cosas, de un espacio de posiciones se pasa a un espacio de situaciones." - Manuel Delgado